MARACANÁ: 75 AÑOS DESPUÉS

Hace exactamente 75 años, Uruguay escribió la página más gloriosa de su historia futbolística. El 16 de julio de 1950, en el mítico estadio Maracaná de Río de Janeiro, la Celeste le ganó 2 a 1 a Brasil y conquistó su cuarto título mundial, en una gesta que todavía hoy resuena con fuerza en cada rincón del país.

Contra todo pronóstico, ante más de 180.000 almas, aquel equipo dirigido por Juan López y capitaneado por Obdulio Varela demostró que el corazón y el coraje no se negocian. Juan Alberto Schiaffino primero, y Alcides Ghiggia después, silenciaron al gigante de cemento y llenaron de orgullo a todo un pueblo.

El Maracanazo no es solo una victoria deportiva. Es una lección de carácter, de rebeldía ante lo imposible, de identidad. Es la bandera de un país chiquito en tamaño pero gigante en historia. Pasan los años, cambian las generaciones, pero el eco de aquella hazaña sigue intacto.

Hoy, a 75 años de ese hito inolvidable, el pueblo uruguayo recuerda y celebra con emoción. Porque el 16 de julio de 1950 no fue un partido más: fue el día en que Uruguay se volvió eterno.